jueves, 11 de diciembre de 2008


En la sección "Inéditos e Inauditos", dedicada a poemas que no han visto la luz o no se han oido en nuestra lengua, contamos con la participación de Manuel Marínez Fórega, quien nos introdujo al poeta Laurent Tailhade y a sus circunstancias vitales.


A contiuación se incluyen las lecturas con que nos sorprendió y que, así mismo, el propio Manuel tradujera.



Salve vincla! fuge lemur
Amore nunc foveamur,
Per te, virgo, virginemur.
L. T.

Descansa, corazón mío, tras la tarea,
Y, conociendo los dolores por los que morir quisiste,
Prueba la miel del mediodía que te ofrece
Aquella de quien sus ojos es la última alegría.

Reparte el oro claro donde duermen sus cabellos
Y su voz donde canta una suprema lira;
¡Así el amor y el perdón! Recibe el crisma
Balsámico de angélicas palabras.

¡Qué te importa el orgullo sangrando por veinte heridas
Y aullando como un lobo batido por las lanzas,
Si al fin la ves, amante de piadoso seno,
Ofreciéndote de sus ternuras la primavera!

¡Qué te importa el invierno, siniestro acompañante
De la infalible tristeza que te traspasa!
¿No es ella la verdadera Atlántida y el puerto
Donde contemplarás el país de Mignon?

Siguen su curso las pasiones y el hastío.
¡Qué te importa, corazón mío, esa bacante banal!
Sabes que es como las fuentes de Siloe
Que en dulzura mudaban el dolor.

Sabes que conserva inalterable la esperanza
De tu juventud, y su fervor, y que en torno a ella
Florece el brillo de un otoño fiel
Y flota el lánguido perfume de una tarde bella.

(Tomado de Vidrieras. Traducción de Manuel Martínez Forega)
SONETO

Aunque esté roto como las fragatas
Que el Océano deja en los bravos arrecifes,
He guardado el tesoro de mis bellos sueños azules
Y cofres adornados de ágatas y perlas.

Remonto a veces el río nebuloso
De la infancia, bordeado de flores delicadas
Y veo pasar las prendas escarlatas
De los ángeles huidos en los fabulosos cielos.

Los jardines rebosan de danzantes desmayados,
Las rosas mueren, perfumadas, en el vino,
Los besos tienen alas y riendo pasan:

Por los setos suben sonidos de lira,
Sobre la fiesta presa de delirio
La estrella Poesía renace en el Oriente.

(Tomado de El jardín de los sueños. Traducción de Manuel Martínez Forega)


 
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